Justo al lado de la iglesia y en diferentes partes del pueblo, empieza otro pequeño paraje en el subsuelo, del que solo se muestran sus majestuosas chimeneas.
Las bodegas en Valoria provienen de los tiempos en que nuestro pueblo era un pueblo vinícola. El vino que se hacía, provenía de la uva, que se originaba en los viñedos que existían por todo el campo. Los agricultores se encargaban de realizar todas las tareas relacionadas con el mantenimiento de la uva, hasta su recogida. En la bodega se hacía el vino y posteriormente estas servían como lugar de conservación del mismo, en las mejores condiciones posibles, debido a su construcción toda ella recubierta de piedra y tierra.
Poco a poco, se fueron eliminando viñedos, para dedicar la tierra a la siembra de cultivos de secano. Las bodegas han quedado como lugar de reunión, para la realización de banquetes, y como un estupendo lugar “climatizado” para tomar un vaso de vino en el verano.
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