miércoles, 25 de mayo de 2011

El mar de la meseta

En esta época del año, los campos de Valoria, nos trasladan a un mar de pequeñas de espigas, que se zarandean, como si se una ola se tratase. Pues sí, y lo he dicho más de una vez en este blog. Es una experiencia casi religiosa pasear por los campos en este tiempo.



El color Verde, el sol incidiendo el ellos, su espesura, hacen que los paseos por Valoria se conviertan en un regalo para los ojos. Si a esto le añadimos las maravillosas vistas, la tranquilidad, el sosiego, la calma que podemos disfrutar los que por allí caminamos, el resultado es una cura antiestrés digna del mejor Balneario.



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