Sin duda visitar Valoria es una oda al contacto con la Naturaleza. Su terreno, sus animales, sus árboles, son parte de una historia, que si bien no tiene demasiado hitos destacables, si va conjugando con el corazón de cada visitante.
Y la pregunta es ¿Te has parado a escuchar el canto de un pájaro al atardecer?
Eso en Valoria, y desde la iglesia, es la primera máquina del tiempo inventada por el hombre, que lo ralentiza hasta fines insospechados. Pruébalo y me cuentas.
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